Somos poseedoras de un templo lleno de fortalezas y potenciales que han sido deslegitimados durante generaciones y generaciones, pero lo que es auténtico y de naturaleza salvaje siempre vuelve a salir a la luz irremediablemente, nos guste o no.
Volvemos a recuperar lo que es nuestro por derecho nada más ser paridas del vientre de nuestras madres, estamos recuperando el dominio de nuestros cuerpos y decisiones.
La unión hace la fuerza, empezamos a estar conectadas disolviendo prejuicios entre nosotras, realmente lo estamos haciendo sublime chicas.
Para atrás ni para coger impulso.
Y agradecimientos por esta imagen que envuelve el poder abrumador que las mujeres gitanas en los años 60 todavía podían expresar. Porque ser mujer y encima gitana era el doble de difícil.
Feliz vida para la mujer y en consecuencia de la humanidad.
Feliz día por la paz y la unión.