Ayer pensaba sobre lo solitaria que me encuentro desde hace algunos años de mi vida. Siempre he sido una persona muy extrovertida y extremadamente social, pero algo está cambiando en mi. Mi evolución me pide cambios vitales, me pide tiempo de calidad conmigo misma me pide un pequeño retiro.
Fui madre con 20 años, tengo un negocio propio desde los 19 y he vivido lejos de los mios desde los 18. Quiero decir que siempre he vivido dando a los demás y guisándomelo todo yo solita. Siempre rodeada de amigos maravillosos, pero tus circunstancias cambian y vas viendo como todas aquellas personas que han estado a tu lado durante años, ya no compartes nada con ellas y es muy doloroso; no podemos parar nuestros procesos personales por esperar a los demás, ellos andan en el suyo propio y la consecuencia es la separación de los caminos.
Opino que todo cruce de caminos es todo un regalo eterno, tanto si dejaron huellas agradables como desagradables, son lecciones necesarias por igual.
Agradecer a todas esas personas que dejas atrás en tu vida es verdaderamente reparador. Dejar las puertas abiertas y seguir fluyendo con lo que la vida guarda para nosotros y aceptar las elecciones de los demás. Piensa que todo cambio que hagas traerá nuevas personas a tu vida que vibren en tu frecuencia, estaréis en relaciones armoniosas y no de confrontación, a veces es mejor así, aceptar y fluir.
Feliz fin de semana y feliz vida.